Preludiando la llegada de la primavera, Morón, una ciudad de la provincia de Ciego de Avila, a unos 500 kilómetros de La Habana, ha celebrado su Feria del Libro por cuenta propia, como señaló la famosa Doctora María Dolores Ortiz, invitda de honor al suceso y protagonista en el cariño de los moronenses que la ven hace 40 años en el programa televisivo Escriba y lea. Es decir con los recursos del municipio se ha hecho el jolgorio a solicitud de los ciudadanos que no querían perder esa oportunidad de comprar libros, de recibir escritores y pasar un fin de semana diferente. Y esa es una noticia importante porque forma parte del proceso de empoderamiento de las direcciones municipales que podrán cada vez más administrar sus presupuestos según las necesidades de la colectividad, aunque todavía los porcientos de ganancias que corresponderían por los cayos Guillermo y Coco, declarados entre los 25 mejores destinos turísticos del mundo recientemente, no llegan a las arcas locales. Poca difusión a escala nacional tuvo, sin embargo el hecho, sin duda evangélico, de propiciar libros, cuyas compras, por cierto, sobrepasaron en más de 11 mil pesos lo previsto, porque la noticia de las noticias es la próxima llegada del Papa católico ante la cual los llamados disidentes ocuparon varia iglesias para llamar la atención sobre los problemas de Cuba que ni ellos, ni el Papa solucionarán porque dependen en realidad del esfuerzo y resultados de los cubanos por producir más, por desarrollar una cultura del diálogo y saber mantenerse unidos en las diverencia a favor de que el país no vuelva a caer en las manos del Diablo, léase de Estados Unidos. Es dificil comprender como no sea a causa del valor del dinero pagado para ello, que los disidentes nativos le hagan reclamos al Gobierno sobre temas que ni el mismísimo Dios ha podido resolver en el planeta donde el otro Papa, Juan Pablo, sitúo el infierno, creado por la maldad suprema de que los ricos, casi todos muy apegados con dinero a las iglesias, se hagan cada vez más rico mientras los pobres llegan a la miseria, Pero lo más triste es que gentes sin consciencia ni fe verdadera llenen los templos con sus ambiciones y codicias para crear situaciones conflictivas en un país con muchos problemas, sin duda, pero con garatías que no exiten en muchos otros visitados por el Papa, donde nunca se puso el empeño en la justicia social, en la dignidad humana, aunque ahora tantos quieran crucificarlo como a Jesús, porque como Jesús se atrevió a expulsar a los mercaderes del templo y proclamó como principio repartir entre todos lo que hubiera. Pero ese espíritu que continúa en gentes como los escritores Larry y Lina que en Morón están levantando una obra cultural en función del mejoramiento de las gentes no encuentra suficiente promoción fuera de su comarca cuando debería ser muestra de paradigma de lo mejor de la doctrina de Cristo y lo mejor de las aspiraciones socialistas cubanas. Pero a pesar de esos desequilibrios informativos, de los que aspiran convertir la visita del Papa en un confñlicto entre cubanos, si Dios existe bendecirá a esta isla donde hay mucha gente, como las de Morón luchando por no dejarse vencer por las circunstancias adversas y encontrar alivio y crecimiento espiritual cumpliendo el principio original de religión que es reunirse para el mejoramiento y el bien común. Amén.

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