jueves, 2 de agosto de 2012

Acoso





Ni la ONU, ni la Comisión de Derechos Humanos, ni la llamada prensa internacional se han pronunciado sobre la violencia ejercida contra los movimientos sociales de protesta en Estados Unidos, España o cualquier otro país. No he escuchado alarma sobre las leyes que se pretenden cambiar para penalizar las expresiones pacíficas de protesta por el desastre al que ha llevado al mundo el capitalismo incluso allí donde se vanagloriaba de exhibir sus mayores logros. Todo el mundo sabe que la crisis existente está provocada por la maniobras corruptas de los banqueros, todo el mundo sabe que los ricos son cada día más ricos, no sufren las consecuencias de la crisis, no pagan los impuestos que deberían y que todas las presuntas medidas para remediar la crisis afectan a los trabajadores, pero eso no es motivo de resoluciones, ni exigencias, ni acusaciones más allá de quienes la sufren en carne propia. No leo en la gran prensa la presión para que esas situaciones cambien aún cuando de esos cambios depende prácticamente la sobrevivencia de los terricolas, sólo a Cuba se le exige aceleración en sus transformaciones a la vez que se le señala una vuelta a los mecanismos capitalistas se decide acudir a fórmulas económicos universales para intentar resolver sus entuertos económicos. Mientras el capitalismo mundial es cada vez más totalitario y disctatorial, esos  calificativos sólo se aplican a Cuba.  El acoso sobre Cuba aumenta, se multiplicaal punto de pretender convertir un accidente en un asesinato y de reclamar que quienes, pagados por Estados Unidos, quieren destruir el orden constitucional sean tratados como adalides de un cambio que claramente se ve lo que ha traido a los antiguos paises socialistas y al planeta en general. Pero lo más deplorable es ver cuanta gente presuntamente inteligente e interesada en los destinos de la nación se afilian consciente o inconscientemente a las tendencias, cuando menos faltas de discernimiento lúcido, que lejos de contribuiral mejor entendimiento de la situación divagan en la confusión, como si existieran varitas mágicas para resolver las cosas de la noche a la mañana y se suman al acoso exterior. Lamentablemente desde Cuba tampoco se aprovechan los medios existentes políticos, comunicaiconales para enfrentar ese acoso con mayo inteligencias. Pero ese será tema para otra jornada de verano.