miércoles, 21 de marzo de 2012

Amén

Preludiando la llegada de la primavera, Morón, una ciudad de la provincia de Ciego de Avila, a unos 500 kilómetros de La Habana, ha celebrado su Feria del Libro por cuenta propia, como señaló la famosa Doctora María Dolores Ortiz, invitda de honor al suceso y protagonista en el cariño de los moronenses que la ven hace 40 años en el programa televisivo Escriba y lea. Es decir con los recursos del municipio se ha hecho el jolgorio a solicitud de los ciudadanos que no querían perder esa oportunidad de comprar libros, de recibir escritores y pasar un fin de semana diferente. Y esa es una noticia importante porque forma parte del proceso de empoderamiento de las direcciones municipales que podrán cada vez más administrar sus presupuestos según las necesidades de la colectividad, aunque todavía los porcientos de ganancias que corresponderían por los cayos Guillermo y Coco, declarados entre los 25 mejores destinos turísticos del mundo recientemente, no llegan a las arcas locales. Poca difusión a escala nacional tuvo, sin embargo el hecho, sin duda evangélico, de propiciar libros, cuyas compras, por cierto, sobrepasaron en más de 11 mil pesos lo previsto, porque la noticia de las noticias es la próxima llegada del Papa católico ante la cual los llamados disidentes ocuparon varia iglesias para llamar la atención sobre los problemas de Cuba que ni ellos, ni el Papa solucionarán porque dependen en realidad del esfuerzo y resultados de los cubanos por producir más, por desarrollar una cultura del diálogo y saber mantenerse unidos en las diverencia a favor de que el país no vuelva a caer en las manos del Diablo, léase de Estados Unidos. Es dificil comprender como no sea a causa del valor del dinero pagado para ello, que los disidentes nativos le hagan reclamos al Gobierno sobre temas que ni el mismísimo Dios ha podido resolver en el planeta donde el otro Papa, Juan Pablo, sitúo el infierno, creado por la maldad suprema  de que los ricos, casi todos muy apegados con dinero a las iglesias, se hagan cada vez más rico mientras los pobres llegan a la miseria, Pero lo más triste es que gentes sin consciencia ni fe verdadera llenen los templos con sus ambiciones y codicias para crear situaciones conflictivas en un país con muchos problemas, sin duda, pero con garatías que no exiten en muchos otros visitados por el Papa, donde nunca se puso el empeño en la justicia social, en la dignidad humana, aunque ahora tantos quieran crucificarlo como a Jesús, porque como Jesús se atrevió a expulsar a los mercaderes del templo y proclamó  como principio repartir entre todos lo que hubiera. Pero ese espíritu que continúa en gentes como los escritores  Larry y Lina que en Morón están levantando una obra cultural en función del mejoramiento de las gentes no encuentra suficiente promoción fuera de su comarca cuando debería ser muestra  de paradigma  de lo mejor de la doctrina de Cristo y lo mejor de las aspiraciones socialistas cubanas. Pero a pesar de esos desequilibrios informativos, de los que aspiran convertir la visita del Papa en un confñlicto entre cubanos, si Dios existe bendecirá a esta isla donde hay mucha gente, como las de Morón luchando por no dejarse vencer por las circunstancias adversas y encontrar alivio y crecimiento espiritual cumpliendo el principio original de religión que es reunirse para el mejoramiento y el bien común. Amén.

martes, 6 de marzo de 2012

Alerta

Soy de las que piensa - y lo he proclamado a los cuatro vientos- que el socialismo del Siglo XXI no puede pretender acudir a la fórmula estatista del ensayo realizado durante el Siglo XX. Por supuesto que abogo por un socialismo participativo, por una democracia como la propuesta por Lenin en el Estado y la revolución, que tome en cuenta las acotaciones de la gran Rosa Luxemburgo, que asuma la direccion de la democracia necesaria: la del poder horizontal. Pero no puedo coincidir con aquellos que en nombres de esas mismas aspiraciones, presuntamente desde la izquierda, escarban con saña en los errores del proceso socialista cubano, ignorando circunstancias, interpretaciones, incapacidades culturales, y los grandes riesgos que entrañan intentar organizar la vida de la sociedad de una manera completamente diferente a como se ha hecho siempre. desde los tiempos de las cavernas, arrasando con irresponsabilidad que daña el futuro de la nación todo lo hecho y lo vivido desde el año 59 justo en el momento en que se intenta buscar formas, maneras que contribuyan al despegue económico sin perder las conquistas sociales que todavía se sostienen a pesar de la crisis. No me satisfacen los enfoques que se han hecho para la famosa actualización del modelo económico cubano- a lo cual me referiré con más calma- pero no creo que ni al flamante Murillo, ni a Raúl Castro se les esté ocurriendo construir el capitalismo cubano bajo tutela del partido comunista como ocurre en China justo cuando el capitalismo enfrenta una de sus crisis más notorias y acude a métodos fascistas para tratar de salir de ellas. Pero lo cierto es que las leyes de la economía, según como está desorganizado el mundo establecen ciertas exigencias sin las cuales es imposible sobrevivir. Yo era más feliz como ser humano cuando no tenía que preocuparme del dinero, de los impuestos, de quedar disponible en el trabajo, cuando el omnibus costaba un cinco centavos y el taxi dos pesos cubanos, cuando con el salario que me pagaban podía cubrir mis gastos, pero tristemente esas bondades de la existencia no trajeron mayores producciones, más eficacia, productividad  más bien relajaron los procesos productivos, dislocaron el equilibrio entre los derechos y los deberes y muchos empezaron a añorar el látigo como mecanismo para el buen comportamiento, la propiedad como garantía del buen hacer. Claro que hubo mucho de idealismo y utopía confiando en el desarrollo de la consciencia pero sin esas características el país no se hubiera llenado de escuelas, hospitales, universidades, ni se hubiera convertido en una muestra de lo que se puede hacer en lo social cuando hay voluntad pol´tica para ello a pesar de tener tan aspectos materiales, espirituales, internacionales contra. Renegar de las posibilidades que dió el socialismo cubano porque no se llegó a los estander de bienestar que se aspiran por muy diversas circunstancias me parece imperdonable, culpar a la solidaridad como error, o a las guerras internacionalistas y no tener sentido de lo importante que era contribuir a tener nuevos aliados en el afán de lograr un mundo más equilibrado  me parece cuando menos miopía política. Pero sobre todo es una forma de disminuir los elementos de mayor crecimiento espiritual de un pueblo que amplió sus horizontes más allá de los límites geográficos y la dependencia al tener o no tener.como único objetivo porque logró al canzar lo que sus antecesores no pudieron.. Claro que como ciudadanos y revolucionarios tenemos el derecho  de manifestarle al gobierno nuestras inconformidades pero desde el recentimiento, la revancha se podrán satisfacer miserables sentimientos personales pero no ayudar a la lucidez que exigen las peores circunstancias internas y externas. Como decía Martí quien azuza odios y rencores debería ir a la picota pública.